(…) Leí sólo doctora jekyll y señora hyde, con
ternuras de infancia (lo que leíste en LA SUBASTA también), entresacando
contextos de mensajes colectivos (Y yo
qué hice/...derechitas sin chistar/hay que atender al doctor/) con
admoniciones caras a nuestra época, "que
si no/ nadie me va a querer".
Me gusta ese ultra mensaje memorioso, con
cuestiones femeninas como el moño de la cintura y otras marcas (de tiza también)
que vos rescatás en un lúdico y fresco fluir de ese lenguaje, entre hermético y
confesional...(…)
Las palabras de Edna Pozzi te consagran, esos
"recuerdos sin macerar"--frase totalizadora. Me dejó knock-out, buen
libro, donde las tristezas están acaso simuladas en los juegos de la infancia,
me reconozco en muchos de tus poemas, --pese a que soy varón--llegué a jugar
con niñitas a la rayuela, a la mancha pared, al don pirulero... (…) y comparto
como en todos los cuentos, "un bosque encantado". Un bosque que acaso
siempre transitamos, en poemas, en cuentos... (…)
Sebastián Jorgi
24-10-11
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